AGENCIA SIM
Playa del Carmen.- Unos 10 árboles de gran tamaño, superior a los 10 metros que estaban en el predio donde ahora se erige el Centro de Rehabilitación Integral Municipal (CRIM), en lugar de ser derribados, fueron trasladados de lugar, para quedar ahora en la avenida 48 con Quinta, en los linderos de la colonia Nicte Ha con Colosio.
La construcción del CRIM es una obra de 30 millones de pesos, efectuada con recursos federales, de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), en colaboración con el Ayuntamiento de Solidaridad. Es solo una de 34, con más de 300 millones de pesos de inversión, y al igual que las demás, todas respetan el arbolado existente.
Según explicó Gustavo Martínez, director de Programación de Inversión Pública, los proyectos de construcción, hechos por la Facultad de Arquitectura de la UNAM, contemplan la vegetación existente, para mantener a los árboles con los que se cuentan en esos predios, tanto en la Ciudad Juventud, Centro Cultural, CADI, o Mercado de las Piñatas, por mencionar algunas obras.
“Cuidamos mucho los árboles, que se preservaron en todos los casos”, aseveró.
En el caso del CRIM, que se construye frente a un parque incluyente en la avenida 125 con la avenida 11 sur, por ser sus dimensiones muy grandes y sus necesidades para equipo muy específicas, sí era necesario retirar 10 árboles del predio.
Sin embargo, con equipo especial, estos ejemplares, ocho álamos, un ciruelo y un guamo, fueron retirados y llevados, desde la ampliación Bellavista hasta casi la zona federal marítimo terrestre, por la calle 48 sur, donde se les volvió a plantar.
El proceso no fue sencillo, por lo delicado de los ejemplares, el cuidado que se tuvo que tomar durante todo el trayecto, y por la preparación de las pocetas en su nueva ubicación.
Sin embargo, como resultado, se ganó un espacio verde en una zona que carecía de esta vegetación, importante no solo por su valor intrínseco y su estética, sino porque ayudan a controlar las temperaturas en las ciudades.
“Tenemos que dejar atrás ese paradigma de arrasar con todo y poner una plancha de concreto, que se vuelven freideras”, indicó el director. “De por sí, Playa del Carmen ya sufre un déficit de arbolado urbano, pese a su entorno natural”.